Tacógrafo inteligente

Desde el 1 de enero de 2025, una nueva regulación entra en vigor para los vehículos que realizan transporte internacional: deben estar equipados con un tacógrafo inteligente de segunda generación. Este requisito, aunque fundamental para la seguridad y la eficiencia del transporte, ha sido un desafío para muchas empresas debido a diversos motivos, entre ellos, los costos asociados con la actualización de los dispositivos.

Sin embargo, para ayudar a las empresas a realizar esta transición, se ha puesto en marcha el programa «cheque moderniza», financiado con 110 millones de euros provenientes de los fondos europeos Next Generation. Este programa tiene como objetivo impulsar la modernización de las empresas de transporte, fomentando la digitalización de los procesos y facilitando la adopción del tacógrafo digital de segunda generación, entre otras medidas.

A pesar de la disponibilidad de estos fondos, los datos muestran que solo una pequeña fracción de las empresas ha solicitado estas ayudas. Según un estudio realizado por la Asociación General de Transportistas de Cataluña (AGTC), perteneciente a FENADISMER, solo el 10% de los fondos del «cheque moderniza» han sido solicitados en promedio. Las razones detrás de esta baja tasa de solicitud son diversas: desde falta de información hasta dificultades burocráticas en el proceso de tramitación.

El estudio también revela que, entre los transportistas que han solicitado la ayuda, la mayoría la ha destinado a la sustitución del tacógrafo por uno digital de segunda generación. Esto demuestra la importancia que los transportistas dan a cumplir con las nuevas regulaciones y garantizar la seguridad en las carreteras.

Es evidente que hay un interés significativo por parte de los transportistas en obtener estas ayudas, ya que el 45% de los encuestados expresaron su interés en solicitarla, pero necesitan más información al respecto. Esto subraya la necesidad de una mayor difusión y claridad en cuanto a los procedimientos y requisitos para acceder a estas ayudas.

En resumen, la modernización del sector del transporte es un desafío complejo que requiere no solo la adopción de nuevas tecnologías, como el tacógrafo digital de segunda generación, sino también un apoyo adecuado por parte de las autoridades y una mayor conciencia por parte de los actores involucrados. Con el «cheque moderniza» y otras iniciativas similares, se abre una oportunidad para impulsar la transformación digital en el transporte y mejorar la eficiencia y seguridad en nuestras carreteras.