La Unión Europea (UE) ha tomado medidas significativas para abordar el problema de las emisiones de CO2 provenientes de vehículos pesados, como camiones y autobuses, al imponer normativas más rigurosas. Estas nuevas regulaciones, acordadas entre el Consejo de la UE (representantes de los Estados miembros) y el Parlamento Europeo, establecen objetivos claros de reducción de emisiones para diferentes tipos de vehículos y plazos específicos para su cumplimiento.

En resumen, las normativas establecen lo siguiente:

  1. Reducción de emisiones: Los camiones y autobuses deberán reducir sus emisiones de CO2 en un 90% para el año 2040, en comparación con los niveles de 2019. Además, se han fijado objetivos intermedios para alcanzar reducciones significativas en 2025, 2030 y 2035.
  2. Exenciones: Se han previsto exenciones para pequeños fabricantes de vehículos utilizados en sectores como la minería, silvicultura, agricultura, fuerzas armadas, servicios de emergencia y atención médica.
  3. Revisión de normativas: Se establece una cláusula que requiere que la Comisión Europea revise el reglamento, especialmente en lo que respecta al cumplimiento de los objetivos y la metodología de cálculo para vehículos que utilizan combustibles neutros en CO2.

Estas medidas tienen como objetivo impulsar la transición hacia vehículos de emisión cero y mejorar la calidad del aire, al tiempo que se fomenta la innovación y la competitividad en el sector del transporte.

Además, en un esfuerzo adicional para abordar las emisiones de gases de efecto invernadero, la Comisión Europea ha registrado una iniciativa ciudadana que aboga por aumentar los impuestos sobre estas emisiones, particularmente el CO2. La propuesta busca una eliminación más rápida de los derechos gratuitos de emisión del sistema de comercio de emisiones de la UE (ETS) y una distribución de los ingresos generados a través de este sistema a hogares de bajos ingresos. También propone la creación de un «Club del Clima» para fomentar la adopción de sistemas fiscales sólidos sobre las emisiones de carbono entre los países participantes.

Estas acciones muestran el compromiso de la UE para abordar el cambio climático y avanzar hacia una economía más sostenible y respetuosa con el medio ambiente.